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LA ESENCIA DE CADA INSTRUMENTO


Hoy he decidido escribir un poco sobre la musicoterapia. Como su palabra bien lo dice, hacemos uso de la música, ya sea que el paciente escuche una melodía o en su defecto que la cree con instrumentos. Pero... no cualquier instrumento ni en cualquier momento. Usamos aquellos que deseamos evoquen una emoción reprimida, también para despertar el autoconocimiento y la toma de consciencia. Sin embargo muchas veces es beneficioso también, exagerar una emoción que ya esta presente para que el individuo la pueda liberar. Por ejemplo: la persona se siente decaída... primero es menester indagar mediante el dialogo que es lo que le hace sentir así... de ello vamos a elegir el instrumento, ya sea para exagerar su tristeza y llevarlo al llanto (en caso que se reprima dicha liberación) o bien, hacemos uso de instrumentos que evoquen el aumento de energía para llevarle a un estado de plena alegría.

Aquí describo los tipos de instrumentos que existen: cuerdas, percusión, viento y teclado. Vas a notar cierto aire de humor en ellos, y esa es la idea. Hacer uso de lo cómico para que logres captar la esencia de cada instrumento y puedas auto descubrirte a ti mismo, como también entender cuando y como hacer uso de la musicoterapia.  




Las cuerdas al borde.... Tan delicadas y tensas a su vez. Medidas, como apenas contadas para no sobrar ni faltar. Juegan a las polaridades: chillonas o sensibles, pragmáticas o elocuentes, celestiales o demoníacas, 'cuerdas o desquiciadas'. Quien las manipula, tiene dedos flexibles y una personalidad similar a ellas. Se mueve entre la dicotomía. O es descuidado o es quisquilloso. Pero eso si, hay algo que de ellas, las amigas cuerdas no se escapan: es para personalidades controladoras, meticulosas y un poco obsesivas. Acordes y trastes ordenados.... seguir una misma linea sin perderse. 

El viento que lo sopla todo: flautas, pitos, saxos, pipes y clarinetes. Son esbeltos, clásicos, exóticos y seductores. Como aquellos que los tocan, tienden a ser personas de carácter cómico, casi tirando a alegre. Sensuales, con dedos tan hábiles como sus labios y lengua. Vaya fenómeno!!!, que te hace vibrar con una sola nota como si elevara un poderoso canto lírico. 

Percusión, la marcha frenética: Si, la verdad es que no hay como los tambores, pandeteras, baterías, congos y djembes. Llevan el sabor de la vida inyectado en el cuero, la madera y el metal. Contagian a todos como si su vibrato y ondas sonoras, fueran una epidemia de locura y libertad. Quien goza de aporrearlos, es libre y se ahoga en el jolgorio; personalidades muy dinámicas y enérgicas. Lleva fuego en las venas y sabor fuerte al paladar. Vibra en alma y corazón, y con ello, sacude a una multitud entera a querer unirse a la comparsa, el concierto y el ritual. 

Teclas, dos colores una emoción: Ah!!! No hay como la delicadeza del marfil y el ónix fundido en una sonrisa que a primera vista es elegante, pero cuando se mira de cerca es profundamente depresiva. Órganos o pianos, ambos llevan el fluido de sus notas como una marcha llena de melodrama. Quien acaricia estos dos colores, es de personalidad melancólica, teatral y muy intelectual. Se sumerge en la soledad y sonríe de manera ladina con cada nota que conmueve su propia alma. 


 Cada instrumento tiene su esencia como cada ser humano su personalidad. Nadie goza de tocar un instrumento u escucharlo, si no hace química consigo mismo!!!! 


Copyright, todos los derechos reservados. © 2017 Mariela Saravia, Loto Azul.

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