El
titulo puede sonar como a una entrada para adolescentes en busca de su propia
identidad, y es que como seres humanos dado el ambiente en que nos
desarrollamos, no importa la edad que tengamos, nuestra identidad nunca queda
fijada de manera completa. ¿Por qué? Porque la sociedad y la religión (que
conste, no estoy hablando mal de ninguna, solo a nivel general) nos obligan a
llenarnos de etiquetas para tener un lugar como personas en una sociedad
prejuiciosa, de máscaras para ser aceptados o soportar ofensas, y las capas de
la cebolla van incrementando, convirtiendo nuestra esencia y verdadero yo “self” en una coraza fuertemente armada.
Osho, que me encanta, lo expresa muy bien en sus libros cuando nos da a
entender que somos libres desde que nacemos, pero la sociedad nos vuelve
robots. Es decir, nos duerme, nos roba la conciencia. Esa libertad para elegir
y ser nosotros mismos; porque ser así es mal visto. Socialmente es ser
‘rebelde’.
Parece
fácil responder a una pregunta tan corriente como decir quién eres y es que la
respuesta siempre queda a la mano con cosas así como: “Soy mujer, soy hombre,
soy médico, soy ama de casa…” en estos casos no estás diciendo quien eres, sino
qué haces para ganarte la vida o la admiración de otros. Incluso, hay quienes
intentan dar respuesta expresando lo que les gusta o no les gusta, lo que hacen
bien o no hacen bien, y en el caso de los más sinceros, oímos el claro y dudoso:
“No sé”.
Esta
entrada no va a darte la respuesta clara de quien eres, porque para eso
necesitas hacer un viaje a tu mundo interior. Te aconsejo que no lo hagas solo
sino con un terapeuta que te guié en tu proceso de autodescubrimiento. En estas
líneas lo que sí vas a descubrir es una o varias explicaciones que pueden abrirte
la puerta que has mantenido sellada, para dar espacio a un rayo de luz de
conciencia mínima, con la que podrás animarte a comenzar ese viaje a tu
interior.
Empecemos
por lo más común:
¿Has
oído que siempre dicen que los hombres maduran muy tarde, o peor aún que nunca
maduran? Detente un momento y pregúntate:
¿Por qué crees que la sociedad dice lo que dice? No importa el sexo que seas,
solo responde a esa pregunta…. ¿Qué has notado? ¿De qué te das cuenta? Si no
logras dar con ello, déjame y te ayudo. ¿Has pensado qué lleva a las mujeres a
madurar antes? La respuesta es que por ser mujeres, se nos exige madurar antes
y ese antes va con una reseña implícita de ‘obligación, heridas, destrucción de
nuestra libertad…’ Al hombre si bien se
le da cierta libertad en sus actos (mismos que no son tachados como malos,
aberrantes, desviados o pecaminosos), también se les obliga a romper con su
esencia, impidiéndoles expresar su sentir y pensar. ‘Compórtate como un hombre,
no llores, no seas pendejo, piensa como hombre’ ¿Cómo piensa un hombre? Quizás
de manera muy masculina y matona, grosera y fría. ¿Cómo piensa una mujer?
Quizás de manera muy dependiente, asustadiza, débil… y este actuar viene desde
siglos y siglos atrás. No me voy a meter en estos asuntos sociales ni
históricos, porque no es un artículo de ese género. Lo importante es que cuando
acabes de leer, te lleves algo y me dejes a cambio otra cosa. ¿De que deseas
desprenderte? ¿De qué cargas, mentiras, exigencias?
Cuando
logramos entender gracias a la toma de conciencia, de donde surgen nuestras
incomodidades, nuestros complejos, miedos, inquietudes… descubrimos las raíces
y sí, estas raíces llevan nombre y a veces fecha o edad. En esas raíces vas a
descubrir a tus padres o cuidadores, maestros, amigos, personas famosas,
situaciones X y también a ti mismo. Lo importante es que entiendas que la
manera en la que actúas, piensas y sientes aquí y ahora no es tuya, sino
producto de esas raíces que se volvieron introyecciones en tu mente; lo que te
hace ser de esa manera, pero como actúas y piensas no es tu manera natural sino
una reproducción de otros. “La personalidad es lo que te adjudican los demás.
La individualidad es aquello con lo que naces y es tu naturaleza individual;
nadie puede dártelo y nadie puede quitártelo” Osho, personalidad, identidad,
self, yo interno; llámalo como desees pero es lo mismo. Y Osho continua
diciéndonos que “Te identificas con la personalidad porque todo el mundo te ha
dicho que eres así: tus padres, tus profesores, tus vecinos, tus amigos. Entre
todos han esculpido tu personalidad, le han dado forma. Y te han convertido en
algo que no eres y que nunca podrás ser. Por eso eres infeliz; te han recluido
en esa personalidad. Es tu cárcel. Pero tienes mucho miedo a salir, porque es
lo único que conoces”
Entonces,
para poder descubrirte es necesario que tomes conciencia, que te des cuenta de
todas esas capas y máscaras que te has puesto por una u otra razón, dándote el
permiso del perdón tanto propio como ajeno y comenzar a tomar lista de ¿Qué
conservas y que dejas? Cuando vas botando basura, y vas desnudando la cebolla
solo te queda en las manos una esfera, un centro, una semilla que puedes abrir
para mirar dentro de ella o solo sembrar. Si la abres, encontraras un espejo y
en este vas a mirarte a ti mismo tal y como eres. Si decides sembrarla, vas a
esperar lo que tarde tu proceso terapéutico para tomar los frutos y en cada uno
de ellos descubrir tus propios potenciales. En ambos casos, estarás tan desnudo
que podrás responder quien eres.
Copyright,
todos los derechos reservados. © 2017 Mariela Saravia, Loto Azul.
Comentarios
Publicar un comentario