Como sabes, me inclino mucho por
la filosofía oriental, no descarto que el Feng shui sea cierto, pues como
personas estamos cargados de energía, somos moléculas en constante movimiento y
células en cambio diario. ¿Por qué no vamos a recoger energías y regar otras
por dónde vamos? Y si, por supuesto que la manera de pensar también tiene un
poderoso efecto en lo que nos sucede. Me refiero a que a veces de repente, llega un momento de mala
racha, donde nada funciona, las cosas van mal y el estado de ánimo también. Como
seres pensantes, buscamos razones para entender ¿por qué mala suerte? Adelantándome
un poco, te digo que tú con tus pensamientos, actitudes y energía te has atraído
esa racha de cosas negativas.
Ahora bien, hay quienes creen en
las supersticiones típicas que nos cuentan de niños, el espejo, las escaleras,
la escoba, los gatos y otras más. Otros se van más por el mal de ojo o
simplemente, se denominan seres con aura negativa, gafes o individuos con mala suerte. Este es un tema muy interesante
y da para mucho. Yo como terapeuta holística, creo en las energías, y está más
que confirmado que lo que atraes a tu vida no es porque si, es por dos razones:
porque el universo te envía pruebas para crecer y madurar, o bien porque tú
mismo has atraído lo negativo. Aunque tampoco descarto el mal de ojo ni la brujería
pues aquí hay también energía oscura, o malas vibras. Pero el tema no va sobre
magia ni astrología sino sobre la conciencia que se oculta en estos
‘accidentes’.
Así que hablemos primero de
aquellos que se denominan gafes, aunque para mí, son personas que por sí mismas
atraen a su vida lo que hay dentro y no han resuelto, lo que sienten o temen,
se proyecta afuera.
Para otros las desgracias son un castigo
divino, son abrumantes y desquiciantes. No voy a decir lo contrario pues cuando
estamos en el ojo del huracán todo se ve negro. Pero déjame decirte que las
desgracias, o mejor dicho pruebas, son un medio “sagrado”, para pulir todas las
esquinas punzantes de tu ser, para fortalecer tu espíritu, para afinar los
sentidos de tu interior, sobretodo la intuición y la conciencia, para que
puedas comprender a los demás y no lo digo por decirlo, es que yo misma tuve
pruebas muy duras en mi juventud y fueron ellas las que me convirtieron en la
persona que soy hoy. Con las pruebas logras la empatía y entiendes la finalidad
de la sincronización (no a la casualidad) porque de esta manera, aquellos que
te rodean y están enfrentando situaciones similares a las que tú ya pasaste, es
más fácil comprenderlos y tenderles una mano. Cuando eres capaz de visualizar
las pruebas como un medio sagrado para crecer espiritualmente, esto ya es una
buena señal de SABIDURÍA. Si logras ver las pruebas no como castigos ni
desgracias, si no como crecimiento necesario, vas por buen camino. Por el
camino de la conciencia.
¿Qué
beneficio pueden tener las pruebas en tú vida?
Es verdad que a veces las pruebas
en la vida se vuelven insoportables, sufrimos tanto que desearíamos jamás haber
nacido, pero las pruebas son retos, dificultades y aprietos que toman lugar a
lo largo nuestra vida. NADIE vive sin haber enfrentado pruebas. Sea una o
millones de ellas, todos hemos pasado por pruebas y seguiremos afrontándolas. Y
esto es así porque todos al poseer una parte espiritual debemos pasar por valles
de sombras y desiertos para crecer, entender y así tomar conciencia de ¿Qué
pasa en mi vida que se refleja en desgracias?. Una enfermedad, problemas
económicos, la muerte de alguien significativo en tu vida… cualquier cosa que
te provoque malestar. Es claro que ante
las pruebas de la vida nadie o al menos muy pocas personas, van a estar en
medio de ellas con una sonrisa en el rostro, pero ten por seguro que pasar las
pruebas de mala gana, no tendrá ningún beneficio para ti. Tienes una única
opción: Superarlas y aprender de ellas, convertirte en una persona con mayor
conocimiento y mayor profundidad y fortaleza espiritual. O seguir atravesando ‘malas rachas’ una y
otra vez hasta que tomes conciencia y comprendas el por que de la situación.
Como te dije antes, pienso que todos
vamos construyendo nuestros propios destinos cada día, en el aquí y ahora, a
partir de las decisiones que tomamos. Si bien un adagio gitano dice ‘Hijos como
somos del azar, no podemos controlar lo que nos sucede en la existencia’ y más
que azar te digo que la vida es cíclica, nada es estático, todo cambia, se
modifica. Desde tu ser de carne hasta tu cuerpo energético. Por lo que te
aconsejo escoger desde la conciencia pura, la manera en de responsabilizarte y
como respondes a lo que te sucede
Refuerza tus
piernas para no hundirte en la tierra y fortalece tus brazos para sostener el
peso de las pruebas… Despierta tu conciencia para que no pierdas el camino.
Copyright, todos los derechos reservados. © 2017 Mariela Saravia, Loto Azul.
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