Ir al contenido principal

DUELO EMOCIONAL Y ACEPTACIÓN

La palabra duelo erronemente siempre se ha relacionado con la muerte, pero déjame decirte que es muy amplia y puede tanto aplicarse al devenir de la muerte como a cualquier otra situación personal, grupal o cotidiana que provoque dolor y desesperanza, o bien que lleve a la persona a sufrir una crisis desde lo inconsciente o latente de su conciencia.


El duelo emocional es un proceso que nos exige cierto grado de adaptación y nos llega incluso a exigir fuerza de voluntad para restablecer el equilibrio o sea la homeostasis que se ha alterado por la pérdida.

Las consecuencias emocionales que trae el duelo se van a relacionar no solo con la perdida de algo nuestro (salud, trabajo, meta, pareja, familia o algo material) sino también las circunstancias en las que se ha producido la pérdida: el tiempo, la intensidad y lo imprevisto de la pérdida… Pero siempre supone un gran dolor que se traduce en desesperanza,  desestructuración y desorganización. 

La desesperanza esta muy ligada a la perdida de fe y a la tristeza. No hay motivos para nada, no ves la luz, todo es negro y miserable. La  desestructuracion y la desorganizacion van de la mano, ambas influyen en la manera en la que te mueves por el mundo. Ante un duelo, tu motivacion por tu vida diaria decae, y solo quieres pasar encerrado, llorando, lamentandote o soltando maldiciones propias de la rabia. Esto sucede porque el duelo llega en un momento poco oportuno y pone de cabeza todo  a tu alrededor, es un giro de 360 grados. Se desordena tu vida, tu rutina, y te afecta en tu forma de pensar y actuar.


Ahora bien:
¿En qué momento se ha terminado un duelo? La respuesta es que no hay un momento exacto, pues cada persona es unica, sobrelleva la perdida de manera diferente dadas las herramientas que posee (nivel de inteligencia emocional). Lo que sí es imprescindible es que la persona haya  completado las diferentes etapas del mismo, hasta llegar al restablecimiento emocional o aceptación del duelo.  Dado que es aquí donde la resolución devuelve el equilibrio u homeostasis a la persona. Es decir, cuando logra integrar la perdida a su diario vivir, logra lo que en clínica se denomina como translaboracion.


Ahora bien, el duelo se termina cuando se es capaz de aceptar y recordar lo perdido sin sentir dolor,  bien cuando “hemos aprendido a vivir sin lo que ya no está, cuando hemos dejado de vivir en el pasado y podemos invertir de nuevo toda nuestra energía en nuestro presente” (Maldonado, 2012. P.12-13)
Aceptar y cerrar un duelo, ofrece a la persona un espacio para generar un nuevo objetivo o meta, esto claro dependiendo del duelo que haya pasado, todo con la finalidad de que se conecte con todas las capacidades y recursos que posee aunque a simple vista le parezca que carece de ellas.  Toda pérdida es un reto para seguir creciendo, superarse y desarrollarse como ser humano.  
Es fundamental que durante la perdida y mientras te acercas a la translaboracion, tengas apoyo y contacto con personas afines a ti. Ya sea un colega, familiar, amigo o terapeuta. No permitas que la soledad o desesperación te consuma. "A veces es sano caminar solo para escuchar nuestro propio dialogo y necesidad, otras veces, es necesario caminar con otro de la mano para no perder nuestro norte"
Desde la postura de la psicoterapia Gestalt, como su finalidad siempre es dar atención a las necesidades no atendidas y a los ciclos no cerrados, en el caso de los duelos, se hará uso de los rituales terapéuticos de "despedida” ya sea mediante técnicas clínicas, o haciendo uso de rituales más flexibles, como escribir una carta a la persona que ya no está, a ese órgano que se ha perdido o incluso a una oportunidad que no se dio.   

Lo más importante ahora, es que sepas que no importa la magnitud de tu perdida o duelo, pues lo que para unos es doloroso, para otros es soportable. Sin embargo una pérdida y el simple hecho de decir adiós, no deja de ser complicado. Por eso como dinámica sencilla, te propongo escribir una carta a esa persona, situación, propósito, enfermedad (adquirida) u órgano perdido. Cuéntale a la hoja lo que sientes. En caso de una persona fallecida o que no está contigo (un amigo, una pareja), dale el espacio de partir de tu vida y abriga los mejores momentos compartidos, las lecciones aprendidas. Si estás viviendo un duelo de enfermedad, presta mucha atención a qué tipo de enfermedad y si está aquí en tu vida para decirte algo. Lo mismo que si has perdido un órgano o miembro de tu cuerpo. ¿Qué pasó con ese órgano?


Copyright, todos los derechos reservados. © 2017 Mariela Saravia, Loto Azul.


Comentarios

  1. Estimada: Gracias por compartir arte... Sos justa con tus palabras, logras llegarme. Te felicito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias estimado Federico, me alegra mucho saber que te ha gustado esta entrada :)

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

RAÍCES DE LA DEPRESIÓN

Hace unos días vi la publicación de una frase referente a la depresión, la había escrito un autor que se denomina psicólogo....  Lo cuál sin afán de ofensas ni nada jactancioso, me despertó cierto enojo. Cómo publicar frases tan mediocres y además que incitan a quien la lee, a sentirse peor de cómo está, a no ver salida, o a encontrar la catarsis de una manera no sana. El punto es que en esas tres líneas publicadas en una red, generó una polémica bastante grande y me tomé la libertad de comenzar a despejar mitos, y provocar un darse cuenta en los participantes.  El autor de aquella frase decía  que aquellos que sufren de depresión no tenían valor de enfrentar la vida o le tenían miedo a esta. Claro, cada quien tiene su percepción de mundo, pero su manera de exponerlo con sarcasmo, me hizo pensar en la clase de profesional que es, lo cual me molestó mucho.   Y escribí varios comentarios en respuesta a los participantes para aclararles tremenda confusión, y a la vez me inquietó p

ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS: ESCUCHA TÚ CUERPO

Es cada vez más repetitivo lo que viene dándose con el pasar de los años, enfermedades vienen y van, otras llegan para quedarse y nadie es capaz de comprender su raíz. Se llenan de medicamentos que no les sanan, de tratamientos que empeoran más el cuerpo, lo que frustración solo empieza a generar. Saltan las dudas y quejas ¨ Mi cuerpo estaba bien y ahora no entiendo qué le pasa ¨. Pasa que dejaste de escucharlo, negaste tus necesidades emocionales y físicas (postponiendolas), bloqueaste la energía, te negaste como ser humano  en totalidad. Todo eso genera un bloqueo energético en tu cuerpo y de ahí nace un síntoma, que luego se convierte en un enfermedad crónica. Pero, ¿Quienes somatizan?  Todos, todo ser humano va a somatizar en algún momento de su vida, y esto sucede por patrones sociales donde preferimos callar antes que demostrar vulnerabilidad, porque la herida madre que es el miedo a la desaprobación y al rechazo, nos obliga a jugar de indestructibles, luego el

CUANDO EL EGO GANA LA BATALLA

Para todos aquellos que estamos en una vibración espiritual mayor a la tradicional (practicamos la filosofía oriental), ya estamos familiarizados con el término Ego, pero como esta página no consiste en utilizar términos complejos, sino en ser asequible a todo lector, voy a utilizar mi lenguaje metafórico (mi favorito)… El Ego podemos verlo como una bestia, una sombra que se disipa cuando la conciencia se le acerca, pero cuando se está apenas fortaleciendo la consciencia y creciendo espiritualmente, es muy fácil que el Ego nos trampee. Es tan sutil como un hombre labioso, tan sigiloso como un demonio. Aprender a escuchar la voz de tu alma, tu intuición y seguirla es capaz SOLO cuando tienes al Ego bien domesticado. Y a domesticado no me refiero a que de bestia demoniaca, pase a ser un cachorrito, sino a tenerlo encadenado en una jaula. Dejarle gritar, aullar, arañar las paredes con sus caprichos y demandas, ignorándolas para seguir la voz de la sabiduría es entonces cuando es